Prevenir la incontinencia urinaria con la técnica Knack
- Josefina Tarigo
- 21 may. 2024
- 2 Min. de lectura
El reflejo "knack" es una técnica que puede ayudar a prevenir o reducir la incontinencia urinaria, especialmente útil para mujeres después del embarazo o para personas que sufren de incontinencia de esfuerzo. Aquí te dejo tres consejos para entrenar este reflejo:
1. Identificá los músculos correctos: El primer paso para entrenar el reflejo knack es identificar correctamente los músculos del piso pélvico, que son los que necesitas contraer. Una forma de hacerlo es intentar detener el flujo de orina mientras estás en el baño. Los músculos que usas para hacer esto son los que debes entrenar. Sin embargo, esta técnica de detener el flujo de orina solo debe usarse para identificar los músculos; no es recomendable hacerlo regularmente como ejercicio porque puede llevar a problemas de vejiga.
2. Practicá la técnica knack: Una vez que hayas identificado los músculos del suelo pélvico, el siguiente paso es practicar el reflejo knack. Esto implica contraer los músculos del piso pélvico justo antes y durante cualquier actividad que aumente la presión abdominal, como toser, estornudar, reír, levantar objetos pesados o realizar ejercicios físicos. La idea es contraer los músculos antes de la actividad para prevenir la pérdida de orina. Empezá practicando el reflejo knack en un ambiente tranquilo y sin distracciones, concentrándote en la contracción de los músculos correctos.
3. Integrá el reflejo knack en tu vida diaria: Para que el reflejo knack sea efectivo, necesitas hacerlo automáticamente cada vez que realices una actividad que pueda causar incontinencia. Esto significa que debes practicarlo con frecuencia hasta que se convierta en un hábito. Establecer recordatorios en teléfono o dejar notas en lugares estratégicos que te recuerden practicar el reflejo knack a lo largo del día puede ser muy útil, especialmente antes de realizar actividades físicas o situaciones que sabes que pueden provocar incontinencia.
Recordá, como con cualquier entrenamiento muscular, la consistencia y la paciencia son clave. Puede tomar algunas semanas notar una mejora significativa, así que no te desanimes si no ves resultados inmediatos, la ayuda de un profesional de la salud especializado en piso pélvico para evaluar si no son necesarios otros tratamientos es fundamental.
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